CRONOLOGÍA: 300.000-25.000 años
Unos de los vestigios arqueológicos más antiguos encontrados en nuestra tierras. Era utilizado como taller por el antecedente de los neandertales, el Homo heidelbergensis.
Es uno de los yacimientos más importantes que tenemos en el País Vasco pertenecientes al Paleolitico inferior, el único que se encuentra al aire libre y donde las piezas se encuentran en su contexto. En 1996 miembros de la Sociedad Cultural Antxieta se pusieron a mirar los trabajos que se llevaban a cabo en la construcción de unas cañerías para transportar agua en un campo de Zestoa y hallaron unos de los restos más antiguos que se han encontrado en nuestro territorio.
El Homo heidelbergensis, segun las últimas investigaciones el antecesor genético de los neandertales, se acercaba a esta zona en busca de material para elaborar herramientas, un mineral llamado vulcanita. Establecían sus campamentos en llanuras cercanas al río, y lo utilizaban como taller para la elaboración de útiles, tal y como muestran los hallazgos encontrados en el yacimiento.
En el Paleolítico superior también se acercó el ser humano a esta zona, prueba de ello un colgante de piedra que se encontró en 2011 datado en 25.000 años, en el Gravetiense. Lo que hace especial a Irikaitz es que se encuentra al aire libre y que los materiales se encuentran en su contexto original, ya que hasta ahora este tipo de materiales encontrados en terrazas de ríos al aire libre habían sido llevados a esos lugares arrastrados por el agua de los ríos y no se encontraban en su contexto.
Toda la industria encontrada es de piedra, el suelo tiene un nivel de acidez muy alto y en poco tiempo se come materiales como el hueso o cuerno, por lo cual no podemos saber por ejemplo que animales cazaban. En cambio el carbón y el polen analizados hace posible conocer la flora de la época.
Descripción:
Es un yacimiento al aire libre, se extiende como mínimo desde el Hotel Balneario de Zestoa hasta la zona de Lau Iturri, ocupando un espacio de más de 80.000 metros cuadrados. Sería el campamento de grupos humanos que se acercaban a orillas del río Urola en busca de material. Las excavaciones se han llevado a cabo en dos zonas que se encuentran hoy en día protegidas por invernaderos.
